Amamos las Teresitas por chulas, por antiguas, por atemporalmente maravillosas. Amamos las Teresitas por su anterior dueña, Teresa, y por sus nuevas dueñas, Vero y Mentxu. Amamos las Teresitas por el disfrute que nos ha proporcionado su amarquimia. ¿Quieres saber un poquito más sobre ellas?…pues sigue leyendo.

Me siento muy entusiasmada de escribir este post porque el trabajo nos ha quedado divino y es que desde el principio ha sido todo muy fácil con sus dueñas, con las que nos encontramos en el II Mercado de Diseño de Alicante y el buen rollo fue instantáneo.

Éste es el dibujillo que nos encontramos en la puerta de su nevera cuando fuimos a entregar las Teresitas ya restauradas. Su nombre viene de la persona que se las ha dejado en herencia a una de las chicas, una señora mayor llamada Teresa que, al preguntarle por la edad de las Teresitas, dijo bufff ya estaban en mi casa cuando yo era pequeña.

Pues échale a los muebles más de 70 años, no obstante su estado era muy bueno, si acaso algunas viejas marcas de carcoma y una capa raída de goma laca. Vero y Mentxu, las nuevas dueñas, tenían muy claro lo que querían de nosotros: un tintado que uniformara el color con un repunte rojo y unos cojines cañeros, con colores saturados y figuras geométricas.

Tintado ok: el de la derecha es el nuestro, el de la izquierda el color natural de la madera, ¿a que parece que ha ido a la playa? todavía le quedaría aplicarle un acabado de barniz protector.

El antes y el después, cojines incluidos. El diseño de los mismos fue una sorpresa para las chicas, ya que les propusimos ponerle cada cara de una tela diferente y así tenían dos modelos a elegir según el viento que soplara. La banda de los cojines es de una tercera tela bien conocida para los que nos seguís a menudo, ¿te suena?

¿Qué te parece? de locura ¿eh?

Y ésta es la ubicación definitiva de las Teresitas, el salón de un piso de vistas fantásticas en Alicante. Añadimos foticos de detalle de estos muebles tan especiales:

En el diseño de los cojines hemos tenido mucho cuidado de que fuera práctico y estético, añadiendo correítas de cierre que queden pegaditas y seguras, el cojín no tiene por qué moverse y no le cuelgan lazos ni cintas. Además de las Teresitas, las chicas nos pidieron una pareja de cojines de su tela amada de hexágonos para su nuevo sofá azul…et voilà!

Este trabajo, además de fabuloso, reproduce muy bien el espíritu de Amarquimia: la recuperación de piezas antiguas o desechadas transformadas para ocupar un lugar en una casa de hoy en día.

Gracias, Vero y Mentxu, por la confianza y el buen rollo.

Feliz feliz semana, ach@s.