Pilar, la madre de una de nuestras clientas en Alicante, nos llamó poniéndonos en antecedentes rápidamente: un armario clásico de origen familiar bla bla bla arrumbado en el trastero de su hermana bla bla bla que ella creía que podría quedar una vitrina monísima bla bla bla que todo el mundo decía que estaba loca y que lo tirara pero que ella sí que de verdad le veía posibilidades. Pues claro que sí!

El armario en cuestión era una auténtica artesanía de unos 40 ó 50 años obra de un ebanista perfeccionista hasta la médula que había reproducido en estructura y pulimento el anterior armario de su abuela. El mueble estaba impoluto, perfecto, desafiante y, yo diría, que hasta un poco cabreado de acabar arrumbado en el más oscuro de los rincones de un trastero diminuto. La sentencia de muerte le había caído encima pero Pilar apuró su última posibilidad de salvarlo movida por su instinto: lo haría vitrina y lo pondría en su salón.

La estructura a base de cuarterones rebajados del armario permitía la intervención de una manera muy integrada. Sustituimos macizo por cristal en la puerta y en los laterales y, aunque normalmente las vitrinas tienen menos fondo que los armarios roperos, quedó hermoso.

Las estanterías de cristal rebajaron el peso visual del mueble y éste ganó puntos rápidamente. Todo aquel que le dijo a Pilar que lo tirara se retractó cuando vio el resultado, alabando la belleza de la nueva vitrina. Y es que en muchas ocasiones hay que transformar la pieza para que ésta siga teniendo utilidad y se mantenga en el tiempo, creo que esta máxima sirve para casi todo.

Una vez que Pilar encontró a Amarquimia como aliada perfecta para materializar sus ideas, pasó a la siguiente fase: reconvertir una cama de palillería antigua en un cabecero de 1,80 m para su dormitorio.

En este encargo nosotros éramos muy conscientes de que estábamos interviniendo de forma profunda sobre la obra de un maestro ebanista y de que ya no habría vuelta atrás. Tenemos el lema de que, si vamos a hacer más mal que bien, mejor estarse quietos pero en este punto, sabíamos que la cama no tenía ninguna oportunidad si no se transformaba y decidimos hacerlo.

La cama de 1,35 m, al igual que el armario, se encontraba en perfectas condiciones, y el trabajo fue limpio y rápido: cortamos el piecero en dos y lo añadimos al cabecero en los laterales con un ensamblaje limpio. Una limpieza y nutrición básicas completaron el encargo.

La última transformación para esta pareja en Alicante consistió en el pintado de un espejo antiguo en blanco con efecto envejecido. En este caso, la madera era un nogal satén maravilloso pero los clientes lo preferían en blanco. Le aplicamos una pintura que respetara el fondo y fuera recuperable y, a partir de ahí, nos centramos en la restauración decorativa.

Los detalles modernistas eran muy estilosos y realmente fue sencillo potenciar su belleza. El blanco, color comodín en decoración, siempre ayuda.

Precisamente en este momento tenemos en taller otro armario antiguo para su mutación a vitrina y tiene pinta de que va a quedar muy bien.

Y con estas transformaciones tan lucidas que hicimos para esta estupenda pareja de Alicante nos despedimos bien felices de haber vuelto a escribir en el blog. El próximo post tratará de las vitrinas en decoración, y así vamos hilando unas historias con otras. Feliz semana, amig@s