El pasado martes 1 de marzo de 2016 tuvimos la oportunidad estar presentes en la comida anual de la Escuela de Hostelería y Turismo para empresas y autoridades, que además participaba de la conmemoración de este año de celebración del modernismo en nuestra ciudad. Nos apetece enseñarte nuestro trabajo en este evento y lo que nosotros vivimos además asistiendo a él.

Fotos: Amarquimia, J Albaladejo para www.cartagena.es y Diario La Opinión de Cartagena

Nuestros agradecimientos a todos las personas que han colaborado con nosotros en este trabajo: Isa Carrascosa, María Ferrer, Dolores López, Juanfra García, Fernando Rodríguez y la profe Begoña.

 

La escuela de Hostelería y Turismo donde se estudian los módulos medios y superiores relacionados con estas disciplinas tuvo su día grande anual en este almuerzo para empresarios y autoridades que en esta ocasión se sumaba a la celebración del modernismo en Cartagena.

Nuestra aportación para este evento consistió en un photocall con una decoración un poquito más rigurosa de la época, un espacio de decoración en sala con nuestra versión rabiosamente amarquimizada del modernismo y una carta de alérgenos hecha con material de reciclaje.

En el photocall, según indicaciones de Begoña, tratamos de reproducir una mesa de restaurante de la época, aquí había que ser más rigurosos pero con una puesta en escena divertida ya que no dejaba de ser un elemento para la ello.

Para enmarcar la escena, hicimos nuestro propio marco amarquimizado con decoraciones de la época y cucharas y tenedores de reciclaje, no en vano estábamos en la Escuela de Hostelería.

Colocamos también un suelo damero que es un signo identificativo del modernismo y que aparece en nuestras 3 aportaciones como un hilo conductor (a mí me enloquece este suelo, me gusta muchísimo).

Dos sillas auténticamente modernistas (cedidas para el evento) acompañaban a una mesa vestida para la ocasión con todos los detalles (cedidos también por mi propia madre, que de esto sabe un rato): mantel de ganchillo, juego de platos con paisajes imitando a los que se hacían en la fábrica de la Amistad de Cartagena, copas de color como en la época y accesorios de mesa a juego. Quedó recuqui recuqui.

Y con respecto al increíble mural que acompañaba a todo el conjunto, te puedo decir que representaba al Antiguo Ayuntamiento de Cartagena y que fue pintado por Isabel Carrascosa, magnífica y polifacética artista con la que es un gustaaaaaazo colaborar (mira su blog y dime si es mentira lo que digo: http://artpupila.blogspot.com.es/

Aquí las autoridades invitadas: miembros del equipo de gobierno del Ayuntamiento y de la Asociación Hostelera Hostecar, posando en nuestro photocall.

El excelentísimo Sr. Alcalde de Cartagena, D. José López, posando delante de la imagen de su casa temporal.

La segunda aportación fue un espacio donde nosotros interpretamos el modernismo a nuestra manera, de hecho, esa es una de nuestras labores: restaurar y transformar muebles antiguos, como una especie de oda a la esperanza donde personalizar lo que viene del pasado para nuestro disfrute.

Nuestro suelo de damero tenía que estar y su presencia, junto con la del resto de las Amarquimias, recordaba a la Alicia en el País de las Maravillas de Tim Burton. Aunque uno de los alumnos lo denominó el salón de Lady Gaga, qué jartá a reír me di cuando me lo contaron.

El sofalito Goyesco con esos colores tan rabiosos protagonizaba el conjunto, ¿sabes que este mueble era una reproducción de un clásico de esta época modernista? (https://amarquimia.es/project/sofalito-goyesco/), la Consola Doña Leonor es modernista en su origen pero sus derroteros transcurren ya por el camino de la Amarquimia (https://amarquimia.es/project/consola-dona-leonor/). Un fondo con telas de Toyle de Jouy y algunos elementos decorativos más redondean el conjunto.

La carta de alérgenos es una pieza importante ya que avisa de los ingredientes del menú que pueden resultar susceptibles de generar alergias. Nosotros diseñamos para esta ocasión una portada en miniatura con formas típicamente modernistas y fabricación con elementos de reciclaje: madera de palet, restos de un viejo abanico, tachuelas recicladas, etc

Mi hermana María Ferrer estudia en esta Escuela y ha participado activamente en los trabajos de Amarquimia para este evento. En esta carta en particular, tuvo la gran idea de completar la puertecita con una vidriera modernista cartagenera en los colores de la pieza. Pero qué bien quedó y cuántas miradas atraía.

Y empieza el evento: los alumnos de la escuela con sus uniformes todos a sus puestos. Éste fue el cóctel de recepción, ¡pintaza! Y antes de salir a escena…


Mientras la gente iba llegando y disfrutaba fuera, dentro todo era un bullicio por terminar con esmero las decoraciones y los platos.

El maestro chocolatero retocando sus centros de mesa, hechos completamente de chocolate.

Ya en el comedor, hicieron algunos discursos de entrada el cronista oficial, el alcalde y los alumnos presentando el menú en español, inglés y francés.

Nuestras amarquimias estaban en un lugar privilegiado y realmente ese no era el espacio que iban a ocupar pero a los responsables del evento les gustó tanto que quisieron que se lucieran, así que al día siguiente estaba nuestro trabajo en todos los periódicos y webs informativas locales.

Ya en la mesa…

Las mesas estaban preciosas, ésta era nuestra primera comida oficial en calidad de empresarios, me siento muy orgullosa del camino que estamos llevando y todo esto me parece un sueño.

Las minutas con el menú representaban una imagen del Gran Hotel de Cartagena.

Los alumnos en la faena.

¿Ves a Javi en el centro de la foto?

Empiezan a llegar los platos:

Ensalada Thai de mango, ceviche y crema de maíz-coco.

Yo soy alérgica al apio y en esta ocasión lo utilizaron para todo, así que a mí me hicieron un menú paralelo. Mira qué ensaladica más rica me cayó.

Hubo un plato más de pescado que se nos escapó, teníamos hambre y se nos pasó hacerle la foto. Éste que veis es un costillar a baja temperatura, puré de tubérculos-trufa, ajo negro y esponja de frambuesa. No te puedes imaginar cómo olía la frambuesa, además de que teníamos el perenne aroma del chocolate fondant de las piezas de decoración de nuestra mesa. Lo disfruté mucho, la verdad.

Yo, como no como carne, recibí otro plato de pescado, más a gusto que un arbusto. Estaba muy rico.

Los postres venían en camino. Desde mi mesa, podía ver cómo los alumnos de confitería terminaban de prepararlos, era una pasada observar el cuidado y amor que ponían.

Postre: Sensaciones dulces de la huerta. Y también llevaba apio, ¿te lo puedes creer? ¡estos artistas! menos mal que a mí me lo versionaron sin mi agente alérgeno preferido.

Me encantó cómo quedaban los platos después de terminar con el postre, una bonita obra de arte, cada uno diferente.

Y un Café España, con nuestro Licor 43 de la tierra.

Parece ser que el postre era un plato bastante arriesgado, que incluía, entre otras cosas, puré de guisante. Estaba buenísimo. Aquí dos profes de cocina posando con su obra.

Y dejo una foto de una alumna dándole a la decoración. Nosotros terminamos de comer ¿y sabes qué nos tocó hacer? ¡recoger todo! yo me hubiera ido a dormir una siesta.

Buen finde, corazones.