Mi hermana María tiene fe en Amarquimia desde el primer momento, hasta sospecho que si se compromete algún día, nos pedirá que le hagamos su vestido de novia (¿retos a mí? mmmm)

Fotos: Amarquimia.

Te mostramos el último encargo que nos ha hecho: el retapizado y encolado de sus sillas, que pasan de ser buenoooo valeeee a ser selváticas rrrrraaau (eso era un rugido) y como por obra de arte, su nueva tela le aporta todo el sentido a la rusticidad de su estructura. De paso, nos colamos en su casa y fotografiamos sus otras Amarquimias y cosas bonitas.

Las sillas de María son de roble, fuertes y robustas, sorprendentemente cómodas, unas sillas de esas que te reciben cuando estás cansado y en las que haces sobremesas largas y agradables. Éste es un tipo de mueble con el que da gusto trabajar porque rezuma salud y calidad y responde muy bien a cualquier retoque que le hagas. En este caso, hemos encolado algunas sillas y la madera la hemos limpiado superficialmente y nutrido con aceite de linaza y aguarrás (mano de santo), después hemos retapizado los asientos

María escogió por intuición una tela de las que teníamos, fue un «¿oye y ese piquito que asoma por ahí?» y después de tenerlo claro, nos pidió que los cortes de tela en cada silla fueron lo más variados posible. ¡dicho y hecho! animalicos a tutiplén.

María poniendo a prueba la robustez de sus sillas en la postura en la que se suele sentar en su escritorio.

Ella va personalizando rincones de su casa y ha contado con nosotros para algunos de ellos: Banco Pradaka y espejo Buenastra. El bolsito es un tesorico de los años 70 que le regalamos por su cumple.

Le gusta mucho reírse y tomar infusiones, tanto que no las bebe por tazas sino por pozales. También le gusta mucho la fruta y siempre tiene alguna fresquita en su cuarto de estar.

Un detalle a destacar de su casa es el precioso cuadro de Asido (Asociación de Síndrome de Down de Cartagena http://www.asidocartagena.org ) que preside su cuarto de estar-comedor.

Otro encargo que nos hizo María fue la recuperación de este armario de herencia familiar. Fue muy satisfactorio para nosotros, en particular para mí, porque es algo que ves toda la vida y queda arrumbado en un trastero, así que cuando le vuelves a dar vida y en la versión que te da la gana, toda yo, desde la niña que lo conoció hasta la adulta que ayudó a llevarlo al trastero, lo celebra.

Gracias María por confiar en nosotros, no te defraudaremos porque Amarquimia va a llegar lejos. Un beso, guapa 😉